Uno de los problemas más comunes que se presentan son las varices. Se trata de venas que se notan a simple vista bajo la piel, con color verdoso o azulado, y que suelen ser sintomáticas de otros problemas vasculares. De hecho, las molestas hemorroides son venas varicosas.
La formación de una variz es un proceso lento pero notable, ya que se produce a consecuencia del ensanchamiento progresivo de las venas. Éstas contienen un sistema interno de válvulas que a veces falla, y se produce un estancamiento del flujo sanguíneo en esa zona, con el consiguiente ensanchamiento.
El problema es más frecuente en personas con sobrepeso o con un estilo de vida sedentario, condiciones que suelen estar asociadas. Aunque parecieran ser un problema estrictamente femenino, los hombres también sufren varices, que suelen quedar ocultas bajo el vello corporal.
Preparación del aceite:
Se calienta levemente el aceite de oliva en el microondas para entibiarlo. También se puede calentar un poco en el fuego o en la vitrocerámica, pero hay que dejarlo reposar para que la temperatura sea tolerable para la piel. Una quemadura con aceite es muy doloroso y deja una cicatriz difícil de disimular.
Masaje:
Se distribuye el aceite en las manos, como suele hacerse antes de dar cualquier masaje, y se frota la zona afectada. Siempre en sentido ascendente; es decir, de los tobillos hacia arriba. Es importante que los masajes sean suaves y de forma circular para estimular el flujo sanguíneo.
Frecuencia:
Estos masajes deben hacerse a diario. Poco a poco las varices irán desapareciendo; primero se verá una disminución de su grosor y luego de su longitud hasta desaparecer por completo.