Cuando unos años se popularizó la espirulina, se pensó que se trataba de un nuevo polvo milagroso del mar y un superalimento de los aztecas. Hoy sabemos que la espirulina ofrece toneladas de proteínas para las personas que deciden no comer carne y que también está lleno de importantes antioxidantes, enzimas, vitaminas y minerales.
- Alivia los síntomas de la alergia.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Controla la presión arterial alta.
- Controla el colesterol.
- Protege contra el cáncer.
- Apoya el crecimiento de la flora bacteriana sana en el intestino.
- Reduce el riesgo de cataratas y degeneración macular relacionada con la edad.
- Actúa como antiinflamatorio y antimicrobiano.
- Funciona con actividad antiviral contra el VIH, el herpes y la hepatitis.
- Mejora la resistencia a la insulina.
- Protege contra daño hepático inducido por quimioterapia.
¿Cómo se usa la espirulina?
La manera más fácil y más sencilla de usarla es consumirla en forma de píldora o añadiendo ¼ de cucharadita de polvo a un batido. Comience con pequeñas cantidades, el sabor es un poco dulce y aunque no muy delicioso al principio.