El misterio del té verde: qué lo hace un efectivo protector contra el Alzheimer

Si bien ya se había hablado del té verde como uno de los factores que ayudarían a prevenir la enfermedad de Alzheimer, poco se sabía sobre la causa.  Ahora, una investigación liderada por el departamento de química y biología química de la Universidad de McMaster (Canadá) reveló que un compuesto del té verde altera la formación de placas tóxicas que contribuyen a la enfermedad.

Según el estudio publicado en la revista Journal of the American Chemical Society, los investigadores llegaron a sus conclusiones mediante el uso de resonancia magnética nuclear para obtener una visión en profundidad de cómo este polifenol del té verde (EGCG) podría afectar a la formación de placas beta-amiloides.

Los científicos descubrieron que que EGCG «remodela» los oligómeros beta-amiloides –que pueden unirse y formar placas tóxicas beta-amiloides–, lo que les impide crear estas placas dañinas.

«A nivel molecular, creemos que EGCG cubre oligómeros tóxicos y cambia su capacidad para crecer e interactuar con células sanas», explicó Giuseppe Melacini, líder del trabajo, quien destacó que «estos hallazgos no solo respaldan estudios previos que sugieren que el polifenol EGCG puede ayudar a prevenir la formación de placa beta-amiloide, sino también arrojan luz sobre los mecanismos subyacentes a esta asociación».


El galato de epigalocatequina, el componente “mágico” del té verde 

Y agregó: «Todos sabemos que actualmente no hay cura para la enfermedad de Alzheimer una vez que surgen los síntomas, por lo que nuestra mejor esperanza es la intervención temprana.

Eso podría significar usar extractos de té verde o sus derivados desde el principio, digamos de 15 a 25 años antes de que aparezcan síntomas».