
Los procesos del cuerpo son bastante eficientes para cuidar nuestra salud, sin embargo en muchas ocasiones requiere una ayuda adicional de nuestra parte para poder fortalecer tales condiciones adecuadas.
Cabe destacar que de igual manera se aconseja como mínimo, acudir al dentista por lo menos 2 veces al año, cada 6 meses.
Para este tratamiento en particular, vas a necesitar:
-Una cucharada de bicarbonato de sodio.
-Media taza de agua oxigenada.
-Media cucharadita de sal.
-Una taza con agua tibia.
-Enjuague bucal de farmacia.
-Cepillo dental.
-Una taza limpia, vacía.
-Algo de hilo dental.
Sigue los siguientes pasos al pie de la letra para su aplicación:
Mezcla el bicarbonato de sodio con un poco de sal. Debes humedecer el cepillo dental y untarle esa mezcla, cepíllate durante 5 minutos rotando muy bien los dientes.
Mezcla media taza de agua oxigenada con media taza de agua tibia y utiliza para enjuagar tu boca durante un minuto, no debes tragar esta mezcla por nada del mundo. Vuelve a enjuagar, esta vez únicamente con agua fría.
Frota con el hilo dental para eliminar el sarro que haya quedado.
Utiliza el enjuague bucal para mejorar el aliento y aportar una mejor protección.
Realizando esta limpieza cada 2 días, en muy poco tiempo vas a obtener resultados notables.
Recuerda utilizar el hilo dental para eliminar restos de sarro y consume mayor contenido de vitamina C para aflojarlo con facilidad.